Trabajar en un ambiente poco favorable para nuestra salud física y mental puede generarnos estrés laboral, este se define como una reacción fisiológica del organismo ante una situación que la persona percibe como amenazante y que se manifiesta con afectaciones emocionales, cognitivas, conductuales e incluso en su estado de salud.
Para la Organización Mundial de la Salud una mala distribución del trabajo, la falta de apoyo por parte de jefes y compañeros, la realización de tareas de las cuales el empleado no posee experiencia ni conocimiento previo, la falta de garantías mínimas para el cargo, horarios de trabajo rígidos y la presión de cargos superiores para obtener resultados en el menor tiempo posible, desencadenan en el trabajador un estado en el que siente que no tiene el control de las situaciones y como consecuencia su desempeño baja significativamente afectado su productividad.
¿Cómo se puede reconocer los efectos del estrés laboral en el trabajador?
- Se nota más angustiado, irritable, cansado y deprimido.
- Se le dificulta relajarse y disminuye su capacidad de concentración.
- Se le dificulta tomar decisiones.
- Pierde todo interés y compromiso con su labor.
- Empieza a padecer de problemas para dormir.
- Puede sufrir problemas de salud como son: cardiopatías, trastornos digestivos, aumento de la tensión arterial, dolores de cabeza y trastornos musculoesqueléticos.
De lo anterior es importante que las empresas tomen medidas preventivas para identificar los factores de riesgo en sus colaboradores y fortalecer sus planes de mitigación del impacto en aquellos cargos donde la carga laboral es alta y exigente. Por otro lado, buscar instancias en la empresa o directamente con su jefe y manifestar todo aquello que lo está aquejando de manera que se haga un plan de acción que contribuya a mejorar su estado de salud y su desempeño.
Este artículo contó con la asesoría de Diana Bernal, asesora profesional de la ARL en la Clínica Shaio.
Fuentes: