Según la Asociación Colombiana de Neurología más de 250.000 colombianos se encuentran en estado de discapacidad como resultado de un Ataque Cerebro Vascular o ACV, una patología que afecta a cualquier tipo de persona, sin importar la edad, el sexo o la condición socioeconómica.
Esta condición se produce cuando se obstruye por un coágulo o por depósitos de grasa el suministro de sangre hacia una parte del cerebro, provocando la muerte de millones de células lo que desencadena en secuelas neurológicas irreversibles como la pérdida del habla, de funciones motoras, de conciencia e incluso la muerte.
El doctor Andrés Fonnegra, neurocirujano neurointervencionista de la Clínica Shaio, señala que es de suma importancia que el paciente reconozca los principales síntomas del ACV para que sea llevado de manera inmediata a un centro especializado en donde se le pueda ofrecer la atención que requiere, pues “el paciente solo tiene 4 horas para ser atendido y que sus funciones neuronales no se pierdan, cada minuto cuenta en un ataque cerebro vascular pues cada minuto mueren 1.9 millones de neuronas durante un ataque”.
Los síntomas pueden incluir alteraciones en el lenguaje como no poder pronunciar correctamente, entumecimiento o parálisis de una parte de la cara, adormecimiento o pérdida de fuerza de una extremidad y alteraciones en el equilibrio y la visión.
El Dr. Fonnegra enfatiza que aunque el 85% de los ACV son isquémicos, es decir, se dan por obstrucción, el 15% restante es hemorrágico y el dolor de cabeza súbito, muy intenso es el principal síntoma.
La OMS en 2016 ha considerado el ACV un asunto de gobierno y de salud pública pues un paciente con secuelas neurológicas es afectado ensu rol social, personal y laboral generando una enorme carga para la familia así como para el sistema de salud.
Los centros especializados como la Clínica Shaio, han desarrollado un Código ACV que se maneja de manera multidisciplinar y que activa una cadena para que el paciente sea atendido de manera oportuna, siempre y cuando el paciente llegue a tiempo.
Un ACV se puede prevenir
Los factores de riesgo para el ACV como para las patologías cardiovasculares son similares: hipertensión, diabetes, tabaquismo y la obesidad, también se convierte en un factor tener algunas enfermedades cardiacas de base. Por esto es importante inculcar hábitos de vida saludables que ayuden a prevenir la aparición de estas enfermedades.
En conclusión, el ACV es una enfermedad con una incidencia creciente y que se asocia a grandes costos sociales y económicos a nivel global por lo que es imperativo, promover su prevención, reconocer los síntomas y actuar en el menor tiempo posible.
Escanea el código QR y descubre la historia de Daladier Medina quien gracias a una atención oportuna salvó su vida, luego de presentar un ACV.
