Sentir enojo o ira es común frente a ciertas situaciones de la vida con las que no estamos de acuerdo, estos sentimientos funcionan como una válvula de escape de lo que se siente, en el caso de la ira si no se controla pueden llegar afectar salud física y mental.
Porque cuando una persona se enoja, se produce una reacción en cadena en el organismo que aumenta y libera en el torrente sanguíneo hormonas como la catecolaminas, que hacen que los vasos sanguíneos no se relajen adecuadamente poniéndolos rígidos y obstruyendo el flujo sanguíneo que llega al corazón, cerebro y demás órganos; esto es muy perjudicial ya que aumenta la frecuencia cardíaca y sube la presión arterial, que con el tiempo puede llevar a un ataque cardíaco u otra enfermedad cardiovascular.
Según un estudio realizado por la revista médica Journal of the American Heart Association (AHA), “los arranques de ira o enojo pueden afectar temporalmente la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse, una función que se considera esencial para prevenir el endurecimiento de las arterias”.
Los efectos del enojo pueden aumentar la probabilidad de un ataque cardíaco en personas con comorbilidades o con factores de riesgo como la hipertensión o la diabetes, más que en personas sanas, esto no indica que los arranques de ira no puedan afectar el corazón de cualquiera.
Resultados evidenciados por la AHA apunta a que “estudios observacionales previos han establecido un vínculo claro entre las emociones negativas y un mayor riesgo de presentar ataques cardíacos y/o derrames cerebrales”.
Otro caso médico en el cual una emoción puede afectar la salud del corazón es con el síndrome Tako -Tsubo, también conocido como el síndrome del corazón roto, que es una miocardiopatía de estrés que se produce a raíz de emociones extremas (principalmente por tristeza e ira) y que en muchas ocasiones puede confundirse con infarto.
Si bien es muy difícil de lograr, ya que es inherente al ser humano sentir ira o enojo en algún momento, lo que sí es posible es saber gestionarla sea cual sea el contexto en el que se presente, ya sea personal, familiar, laboral o social.
Para esto le presentamos algunas técnicas, herramientas o ejercicios que puede ayudar a liberar el enojo y tener una mejor salud mental y física; si dado el caso esto no funciona, no tema ir a un especialista que lo oriente a en cómo manejar esta emoción.
El acto de respirar hace que la sangre se oxigene y circule con mayor fluidez por el sistema circulatorio, esto hace que funcione mejor el corazón, llegue más sangre al cerebro y se disminuyan los niveles hormonales generados por la ira.
En los momentos de crisis, es muy útil aplicar técnicas como la respiración 4x4, que consiste en inhalar, sostener y exhalar en 4 tiempos, o realizar una respiración diafragmática para recibir mayor oxígeno, esto le permitirá pensar con mayor claridad.
Estos ejercicios donde se conecta la mente y el cuerpo le pueden ayudar a tener calma, paz y equilibrio, además que lo pueden ayudar a conectar su mente y poner atención en el presente.
Es importante no seguir subestimando o reprimiendo lo que se siente, en especial la ira, ya que puede no solo perjudicar su salud mental sino la de su corazón.
Tener hábitos de vida saludable ayuda a mantener un bienestar general del cuerpo y a proteger el corazón y la mente.
Este artículo contó con la asesoría del doctor Jainer Méndez Flórez, médico cardiólogo que presta sus servicios a la Clínica Shaio.
Fuente: https://www.heart.org/en/news/2024/05/01/el-papel-del-enojo-en-el-riesgo-para-un-ataque-al-corazon-podria-comenzar-en-las-arterias