Beber agua es uno de los mejores hábitos que se puede tener si se quiere estar saludable. Biológicamente, el cuerpo humano está compuesto entre un 50% a un 70% de agua, y aunque sería suficiente, es importante beberla regularmente porque ayuda al organismo a estar hidratado y funcionando adecuadamente.
Se ha demostrado que el agua puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, transporta nutrientes y oxígeno a las células, elimina desechos y toxinas del cuerpo, alivia la fatiga, disminuye los episodios de migraña, aumenta las propiedades de una piel sana, entre otras; es como un lubricante, ya que permite que todas estas funciones se hagan de manera más fluida.
El agua es un gran aliado porque ayuda a que las funciones biológicas del organismo como regular la temperatura, la digestión y la circulación, se comporten mejor.
El sistema circulatorio y cardiovascular es otro que se beneficia del agua porque permite una mejor circulación de nutrientes y oxígenos a las células, funciones claves para mantener la presión arterial. No beber agua reduce el rendimiento cardiovascular.
Esto depende de múltiples factores, ya que las funciones naturales del cuerpo hacen que perdamos agua. En una persona sanas se recomienda beber 35 ml por Kg de peso, lo que equivale a 2 litros de agua u 8 vasos de 250 ml. Es importante prestar atención de la forma como tomamos agua para consumirla en cantidad y calidad correcta, además hay que tener en cuenta que el agua no solo se bebe, sino que se puede obtener de los alimentos que consumamos.
Uno de los principales problemas de no beber agua es la deshidratación, por lo que puede desencadenar problemas como alteraciones en la presión arterial, la formación de trombos (por que se espesa la sangre), aumentar las reacciones en los jugos gastrointestinales, desequilibrios químicos y hasta lesiones o falla renal.
Beber demasiada agua casi nunca representa un problema, esto no significa que sea bueno, el exceso hace que los riñones no eliminen la cantidad adecuada de líquidos y que no se diluya correctamente el sodio y los electrolitos, lo que puede llevar a una enfermedad o falla en este órgano.
Otro caso en el que no es recomendable beber tanta agua es en pacientes con una falla cardíaca, ya que por su condición tienden a tener retención de líquidos en extremidades superiores e inferiores o en los pulmones.
Tomar agua tan pronto nos levantamos ayuda a activar el metabolismo, esto acompañado de un desayuno balanceado y completo hace que el cuerpo se llene de energía, además de reduce la acidez estomacal, regula la temperatura, mejora la eliminación de la orina, disminuye el apetito, hidrata los órganos y ayuda a nivel la hormona de cortisol.
Si bien, el agua de por si trae muchos beneficios, adicionar algunas sustancias podría aumentar sus beneficios; por ejemplo, el apio es un vegetal alto en vitaminas y antioxidantes por lo que ayuda a desintoxicar el cuerpo y mejora la digestión, el limón es otro aliado ya que disminuye y controla el apetito, ayuda a eliminar grasas y da un buen sabor; otro adicional es la canela que tiene propiedades antinflamatorias.
Este artículo contó con la asesoría del doctor Jainer Méndez Flórez, médico cardiólogo que presta sus servicios a la Clínica Shaio.