Cuando se habla de estilos de vida saludable nos referimos a una secuencia de acciones que nos permiten tener una vida plena. Esto no se refiere solo a una vida sin enfermedad, sino que, si se padece una condición donde la salud está comprometida, seamos capaces de darnos lo mejor posible para mejorar o para NO empeorar nuestra condición y con ello complicar la calidad de vida.
Los estilos de vida saludable son conductas diarias que se repiten para mantenernos en las mejores condiciones de salud física, mental y social y se repiten de tal manera, que se hacen sin esfuerzo, pues ya están incorporadas a nuestra rutina diaria, es lo que llamamos hábitos.
Estos hábitos pueden estar influenciados por el ciclo vital (niño – joven – adulto – anciano), las creencias y valores que ponemos en práctica desde que somos pequeños, nuestro conocimiento previo y experiencia con respecto a algún hábito, y por supuesto, juega un papel muy importante nuestro entorno cercano (familia) pero también donde nos desarrollamos como personas (colegio – universidad – trabajo).
Por lo anterior, los estilos de vida saludable favorecen la mejor salud posible cuando: