
Me cuido para cuidarte
Me cuido para cuidarte es un programa que surge hace 2 años con el fin de brindar a los cuidadores un espacio para ayudarlos a fortalecer el desarrollo de la tarea de cuidar con mayor sabiduría y conocimientos acerca del proceso, incluyendo entonces al cuidador como pilar fundamental del cuidado del paciente sin desconocer su emocionalidad y salud mental.
El programa consiste en rondas en los diferentes servicios de hospitalización, dirigidas a los cuidadores de los pacientes de la Clínica. Estas son guiadas por psicólogas clínicas con el acompañamiento de una enfermera del Departamento de Calidad, con un enfoque psicoterapéutico en donde se abordan aspectos relacionados con quien es nuestro paciente; quienes son los cuidadores y sus funciones; emociones más frecuentes del cuidador; puntos clave para el cuidador; amor el mejor medicamento; comunicación paciente, familia y grupo médico; la sobrecarga del cuidador; entre otros.
¿Quién es nuestro paciente?
Un ser humano con un componente físico, mental, social y espiritual, quien en la actualidad enfrenta un proceso de pérdida de su salud afectando su rol social, calidad de vida y funcionalidad, por lo cual necesita del cuidado de un ser humano cercano.
¿Quiénes son cuidadores?
Son personas con un componente físico, mental, social y espiritual que generalmente no tienen formación en el área de la salud, puede ser un familiar directo del paciente o alguien contratado por la familia. Independiente de ser hombre o mujer, debe ser una persona adulta, que pueda asumir una serie de responsabilidades, compromisos propios y del paciente como un derecho.
Funciones del cuidador
La labor del cuidador empieza desde el momento en el que se diagnostica la enfermedad al paciente; brindándole acompañamiento físico, emocional y espiritual, de acuerdo a las características y limitaciones que presenta el paciente.
Asistir en:
- La higiene del paciente y cuidados de la piel : brindando respeto, privacidad, intimidad y dignidad.
- Alimentación: teniendo en cuenta los horarios, dieta y gustos del paciente. Realizando esta actividad con la paciencia necesaria.
- Medicamentos: cumpliendo horarios y dosis formulada.
- Acompañamiento: citas, exámenes, controles, entre otros.
- Favorecer: espacios y ambientes adecuados en condición de limpieza y orden, brindando bienestar y confort al paciente.
- Empoderar al paciente: en sus decisiones, autocuidado, fortalecer las redes de apoyo con la familia y allegados.
- Ser puente de comunicación: entre lo que el paciente quiere, siente y espera con su médico tratante y equipo que lo atiende.