La esclerosis múltiple o EM, es una enfermedad inmunomediada y neurodegenerativa que afecta a más de 2.8 millones de personas en el mundo, principalmente en la población entre los 20 a 40 años.
Esta enfermedad ataca directamente al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) afectando funciones motoras, cognitivas, sensoriales, visuales y hasta emocionales en la persona que la padece, lo que la hace una de las enfermedades más restrictivas e incapacitante. Es importante saber que esta enfermedad no se transmite, sino que es el propio sistema inmunológico el que ataca al sistema nervioso originando esta patología.
¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple es una afectación desmielinizante inflamatoria, esto quiere decir que se genera por un daño en la mielina, que es una materia compuesta de grasas que recubren y aíslan los nervios, algo muy parecido a lo que hace el plástico que cubre un cable eléctrico. Cuando este daño sucede, los nervios no pueden transmitir los impulsos eléctricos de manera correcta y rápida, haciendo que los movimientos del cuerpo sean lentos, erráticos y poco coordinados.
Según la Federación Internacional de Esclerosis Múltiples (MSIF), la EM significa “muchas cicatrices”; el daño y la pérdida de mielina, altera la capacidad de los nervios para mover los impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro, haciendo que aparezcan lesiones en diferentes momentos y áreas del sistema nervioso, que con el tiempo se convierten en cicatrices.
¿Cuáles son los síntomas de la esclerosis múltiple?
Como muchas otras enfermedades, la sintomatología puede o no aparecer, esto depende de las áreas del sistema nervioso afectadas, por lo que no hay un patrón concreto cuando se habla de esclerosis múltiple, aunque sí se considera una enfermedad multifactorial.
Los síntomas más característicos son las alteraciones neurológicas que pueden durar más de 24 horas en las cuales se puede presentar:
- Debilidad en los brazos o piernas
- Fatiga y dolor
- Alteraciones visuales como visión doble
- Problemas de movimiento y coordinación
- Cambios emocionales y cognitivos
Por otro lado, existen síntomas que se pueden confundir con otra enfermedad como el cansancio, los problemas de memoria y concentración o alteraciones en las sensaciones, que a menudo no se les da la importancia requerida y que pueden ser una alarma de que la persona tenga EM.
¿Qué factores causan la esclerosis múltiple?
No hay causas concretas que diagnostiquen la esclerosis múltiple, aparte de los síntomas y los estudios que se realicen; tampoco se sabe por qué el sistema inmunológico ataca a la mielina confundiéndola con una infección o un cuerpo extraño, pero se han identificado factores genéticos y ambientales que favorecen el desarrollo de esta enfermedad.
Según la MSIF, los riesgos de tener EM pueden ser más elevados por temas hereditarios, en personas con padres o hermanos (en especial gemelos) que tengan la enfermedad o por genes que influyen en el sistema inmunológico. También existe la hipótesis de que factores ambientales como la falta de luz solar y la deficiencia de vitamina D influyen en el desarrollo de esta afección. Otras hipótesis apuntan a que las personas expuestas al virus de Epstein Barr también pueden desarrollar esclerosis múltiple.
¿Qué tipos de esclerosis múltiple existen?
Actualmente existen varios tipos de EM que se consideran síndromes aislados: el síndrome clínico aislado o síndrome radiológico aislado que consiste en que se evidencian alteraciones en las neuroimágenes, pero no se presenta sintomatología clínica, Por otro lado, está la EM por remitente recurrente que se da cuando la persona desarrolla la enfermedad durante un tiempo, tiene una mejoría y recae nuevamente. También existe la EM primaria progresiva en la que el paciente desarrolla la enfermedad y los síntomas empeorarán cada vez más rápido.
¿Qué consecuencias tiene la esclerosis múltiple?
Dado que es una enfermedad neurológica degenerativa que tiene daños cognitivos y motores, el diagnóstico y tratamiento temprano puede evitar que la EM evolucione y genere consecuente más profunda como la rigidez muscular y los espasmos frecuentes, problemas intestinales o urinarios, disfunción sexual, problemas en la memoria o el habla, trastornos como la depresión o ansiedad, convulsiones o la pérdida de la movilidad; lo que la vuelve con el tiempo una enfermedad incapacitante.
¿Quiénes son más propensos a desarrollar la esclerosis múltiple?
Los estudios epidemiológicos han mostrado que los índices más altos de personas diagnosticadas con esclerosis múltiple están entre los 20 a 40 años, siendo esta la población más activa, aunque alrededor de un 3 a 5 % se diagnosticó en la niñez. Otro dato sobre la EM es que puede afectar a más mujeres que hombres.
En Colombia hay una prevalencia cercana a los 7,2 casos por cada 100 mil habitantes, por lo que se calcula que hay más de 3.700 casos de EM en el país.
¿Cómo diagnosticar y tratar la esclerosis múltiple?
Al ser una enfermedad con síntomas tan diferente en cada persona, el diagnóstico puede ser difícil de concretar ya que depende de múltiples factores (aparte de los síntomas clásicos), como la severidad, las zonas afectadas, los brotes o recaídas, o incluso podrían atribuirse a otras enfermedades; lo cierto es que acudir al médico cuando se tiene algún signo neurológico que dure más de lo normal permite un diagnóstico temprano que es la clave para evitar una posible evolución.
Uno de los criterios de diagnóstico más utilizados para detectar la EM son los criterios de McDonald, una serie de estudios clínicos y por neuroimagen que definen si se tiene o no esta enfermedad antes de hacer exámenes más profundos.
El diagnóstico se basa en examinación neurológica a través de una historia clínica profunda y detallada, imágenes por resonancia magnética, pruebas de potenciales evocados (que miden la respuesta a estímulos sensitivos), punción lumbar y otras pruebas que en conjunto ayudan al médico a generar un diagnóstico definitivo de la esclerosis múltiple y de la ruta de tratamiento a seguir.
El tratamiento o las terapias modificadoras que se utilizan para la EM, van desde medicación oral e inyectable (para disminuir la actividad que está exacerbando al sistema inmune) hasta terapia física, fonoaudiológica y ocupacional que buscan disminuir los síntomas, evitar recaídas o secuelas posteriores, para ayudar al paciente a tener una calidad de vida estable.
¿Se puede prevenir la esclerosis múltiple?
No se puede prevenir la EM, pero se está trabajando e investigando para encontrar una respuesta a por qué se da esta enfermedad, y en un futuro encontrar estrategias para un mejor diagnóstico temprano, mejores tratamientos médicos y quizás un plan de vacunación para bajar los índices en personas susceptibles a esta patología.
En el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple la MSIF ha lanzado la campaña “Mi diagnóstico de EM” para inculcar la importancia de un diagnóstico temprano y preciso para las personas que sospechan de esta enfermedad, además de conocer más acerca de la esclerosis múltiple.
Este artículo contó con la asesoría del doctor Jorge Mario Gaspar Toro, neurólogo del departamento de Neurociencias de la Clínica Shaio.
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