La sal y el riesgo cardiovascular

Mayo 23, 2024
Blog shaio: La sal y el riesgo cardiovascular

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente consumimos 10,78 g. de sal al día, más del doble de la cantidad que se recomienda que es de 5 g./día; esto debido no solo a la sal que agregamos a nuestras preparaciones sino a los productos ultra procesados que consumimos.  

 

Aunque el consumo excesivo de sal es dañoso para la salud, lo cierto es que es necesario para el cuerpo consumir la cantidad recomendada. El cloruro de sodio o sal ayuda a regular los líquidos del organismo, a controlar la presión arterial y el volumen sanguíneo y a que los músculos y nervios funcionen adecuadamente. Por otro lado, la deficiencia de sodio en la dieta genera debilidad y confusión mental, calambres musculares y alteraciones circulatorias.

 

Pero cuando abusamos de la sal, el cuerpo retiene líquidos formando edemas en la piel y los tejidos, esto conlleva a un aumento de peso corporal que hacer trabajar demás a los riñones, el hígado y el corazón afectando la presión arterial, que con el tiempo puede evolucionar a hipertensión o algo más grave como enfermedad cardiovascular o insuficiencia cardíaca (según la Organización Panamericana de la Salud, al menos el 40% de las enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares se atribuyen a la hipertensión arterial); también puede generar enfermedades renales y enfermedades hepáticas.  

 

Sal oculta, la sal que consumimos sin darnos cuenta 

Hoy, la facilidad de los alimentos procesados para sacarnos de apuros a la hora de comer se ha vuelto una de las peores formas de alimentación, esto debido a que son productos llenos de conservantes, grasas saturadas, alto contenido de azúcares y sobre todo de sodio, lo que los hace poco nutritivos y muy dañinos para la salud. Sin darnos cuenta, cada vez que comemos un paquete de papas, galletas o embutidos, estamos aumentando más y más el consumo de sodio en nuestra dieta, esto sin tener presente la que agregamos cuando cocinamos o del salero cuando comemos. De ahí la importancia de revisar las etiquetas y los sellos del empaque.  

 

Qué hacer para disminuir el consumo de sal 

Bajar la cantidad de sal que consumimos cuando comemos es uno de los hábitos alimenticios más difíciles de romper, ya que la sal da un gusto especial a las comidas, por lo que reducir las cantidades se debe hacer de manera gradual, algunas cosas que pueden ayudar a reducir el uso pueden ser:   

 

  • Haga un cálculo de la cantidad de sal que utiliza cuando prepara todas las comidas en la casa e ir reduciendo lentamente dichas cantidades.  

 

  • No deje saleros en la mesa, tener sal a la mano aumenta su consumo. 

 

  • Cambie la sal por otros sustitutos, como, por ejemplo, las sales ricas en potasio. Estudios han demostrado que esto tipos de sal ayudan a reducir la presión arterial (ya que se produce entre 5 mm de mercurio en la presión arterial sistólica y 2 mm en la diastólica) que no parece mucho, pero si tiene un impacto positivo y significativo para el corazón; otra cosa que se ha demostrado es que también puede reducir los accidentes cerebrovasculares. Las guías médicas para la prevención cardiovascular mencionan que estos suplementos tienen una indicación 1A, indicación que traduce un gran beneficio en la prevención de complicaciones cardiovasculares, en paralelo con esto las recomendaciones médicas incluyen el aumento del consumo de potasio, pero predominantemente de origen en los alimentos naturales y no como suplemento. 

 

  • Prevenir una enfermedad cardiovascular comienza desde casa, enseñar a la familia, en especial a los niños, a tener buenos hábitos alimenticios (comer más verduras y frutas, proteínas y granos y a comer bajo en grasas, azúcares y sal), va a hacer una gran diferencia en la salud del núcleo familiar. 

 

  • Como dicen comúnmente, “para los gustos, los sabores”, experimente con otros condimentos que aporten sabor a la comida diferente de la sal, al principio va a ser difícil encontrar el gusto a cocinar con otros ingredientes, pero con el tiempo se acostumbrará.  

 

Algunas fuentes alimenticias de sodio 

Si no sabe cómo sustituir la sal, existen muchas formas de encontrar sodio de manera natural en muchos alimentos, por ejemplo, productos lácteos como la leche, el yogurt y el queso; en cereales como la avena y el arroz, y en verduras como la remolacha, el apio o las espinacas. Pero si hablamos de encontrarle gusto a la comida con otros condimentos que no sean sal, se puede pensar en ajo, cebolla, perejil, pimienta, paprika, cúrcuma entre otros, el tema es probar cual se acomoda a sus gustos y cuáles no.   

 

Hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y falla renal  

Normalmente relacionamos el consumo excesivo de sal con daño renal y no con daño cardiovascular y esto es verdad hasta cierto punto, ya que la segunda causa de daño renal se debe a la hipertensión arterial, pero es la primera causa para tener una enfermedad cardiovascular o falla cardíaca. 

 

La hipertensión es una enfermedad que hace que se aumente la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear y al ser una enfermedad silenciosa, en la mayoría de los casos se detecta cuando ya hay complicaciones severas como infarto, accidente cerebrovascular, daño renal y ocular, entre otras.   

 

La enfermedad cardiovascular por hipertensión puede tener varias maneras de manifestarse, una es por enfermedad de arterias coronarias que causa que las arterias se estrechen o se dañen, evitando que circule la suficiente sangre al corazón. El agrandamiento del ventrículo izquierdo se genera porque la presión arterial alta hace que trabaje con más fuerza el corazón, haciendo que el ventrículo se engrose o se agrande aumenta el riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia y muerte cardíacas súbita. Y por último la insuficiencia cardíaca sucede cuando el músculo cardíaco se debilite y trabaje de manera menos eficiente. 

 

Por otro lado, los pacientes con hipertensión arterial pueden comprometer varios órganos como el corazón; y en los riñones causa daños en los vasos sanguíneos engrosándolos y disminuyendo el flujo de sangre haciendo que se vaya perdiendo su función.  

 

 

Este artículo contó con la asesoría del Dr. Efraín Gómez, cardiólogo que presta sus servicios a la Clínica Shaio.