Entrenamiento funcional y salud cardiovascular

Abril 18, 2024
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Antes de hablar de qué es un entrenamiento funcional, debemos recordar la importancia que tiene hacer actividad física, ejercicio o deporte para la salud, y en especial en la salud cardiovascular.  Hacer cualquier tipo de ejercicio que requiera de un esfuerzo, ayuda a prevenir y reducir los factores de riesgo como la diabetes, hipertensión y obesidad.

 

Según la OMS, hacer 30 minutos, 5 días a la semana de actividad física con intensidad moderada o 20 minutos, 3 días a la semana con intensidad alta, mejora la capacidad funcional del cuerpo, reduciendo el riesgo de adquirir una enfermedad cardiovascular, mejorando la capacidad pulmonar, musculatura y la flexibilidad, así como ayudando a bajar o mantener el  peso, mejorar la postura corporal y hasta en la salud mental, ya que hacer ejercicio libera endorfinas que ayudan  a abajar los niveles de estrés y ansiedad.  

 

Cuando se hace ejercicio y se mejora la capacidad funcional, medicamente hablando, una persona puede reducir de un 12 a un 15% la mortalidad cardiovascular por cualquiera causa, reducir entre 3 a 10 miligramos de colesterol LDL, de 0,3 a 0,6% la hemoglobina glicosilada, entre 5 a 7 milímetros de mercurio en la presión arterial; por lo que en medicina se considera como un medicamento para la salud. 

 

Cada modalidad de ejercicio tiene una reducción en el riesgo global del paciente, pero que mejor que poder hacer una unión entre varios tipos de ejercicio o entrenamientos que estén enfocados a la fuerza útil o fuerza evocada a un elemento técnico, “de nada sirve tener los músculos grandes si no se puede utilizar o transferir esa masa ganada hacia la ejecución de un movimiento que le sirva realmente al cuerpo” o, en otras palabras, no es lo mismo masa muscular que fuerza muscular. En esto consiste el entrenamiento funcional, en adaptar los movimientos naturales del cuerpo para trabajar completamente músculos, articulaciones y hasta los órganos con un objetivo específico; por ejemplo, si hacemos ejercicio cardiovascular como caminar, hacer sentadillas, trabajar con mancuernas la extensión del codo,  ponemos a funcionar el corazón, los pulmones, los músculos y las articulaciones.  

 

En temas del corazón el entrenamiento funcional es trabajar la fuerza con un fondo cardiovascular para mejorar la capacidad o condición de la persona, en el contexto de pacientes con afecciones cardíacas, la rehabilitación cardiovascular utiliza mucho este tipo de entrenamiento para mejorar su salud de tal manera que puedan realizar sus actividades cotidianas lo más normal posible.  

 

¿Cómo mejorar la salud del corazón con técnicas de entrenamiento funcional? 

Lo primero que debe saber es que cualquier persona puede entrenar funcionalmente porque son ejercicios adaptados al físico de quien lo hace, básicamente es ejercicio estructurado; por ejemplo, hacer sentadillas es un ejercicio que simula la posición de sentarse activando el movimiento en la columna, los glúteos, los isquiotibiales, el cuádriceps y el abdomen lo que se traduce en mayor flexibilidad, fortalecimiento muscular y resistencia cardiovascular.  

 

El entrenamiento funcional no se habla de rutinas sino de prescripción, esto debido a que tiene condiciones de frecuencia, intensidad, cantidad, tiempos, tipos de ejercicio y adherencia que permiten que la persona obtenga resultados y mejoría en su salud, al igual que un medicamento.  

 

Otra cosa que hay que saber es que un ejercicio funcional se puede hacer con elementos tan básicos como el propio peso, mancuernas de bajo peso, bandas elásticas y otros elementos, lo ideal es tratar de hacerlo con la menor cantidad de elementos para que el cuerpo pueda hacer un mayor esfuerzo por sí mismo. Algo que funciona muy bien es hacer circuitos de ejercicios y no bloques o series.  

 

¿Hay contraindicaciones en el ejercicio funcional?  

Cualquier persona con buenas condiciones de salud puede realizar este tipo de entrenamientos, pero es recomendable es que se acuda a un profesional que sepa prescribir el ejercicio, no necesariamente un médico, pero si un especialista que sepa manejar el deporte como un beneficio para la salud, de tal manera que pueda adaptar un plan acorde a las condiciones de salud y optimizar los beneficios.   

 

En personas con afecciones cardíacas, hipertensas o con otras comorbilidades, el doctor en medicina de deporte es quien adaptan el ejercicio a las condiciones del paciente. La modalidad del entrenamiento no tiene importancia siempre y cuando cumpla con las condiciones mínimas de seguridad para la persona que lo está aplicando.  

 

¿Cómo empezar?  

El peor ejercicio es el que no se hace, por lo que el primer paso es iniciar, lo recomendable es hacer 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad alta a la semana de actividad física.  Para determinar cuál de las dos formas funciona mejor es necesario conocer que tanta capacidad se tiene para resistir el esfuerzo.  

 

Una manera muy fácil de identificar esto es hablar durante el ejercicio, si no hay problemas de respiración al hablar en el momento de realizar la actividad se puede considerar que somos capaces de realizarlo de una manera moderada, por lo que se puede hacer ejercicio funcional a cualquier intensidad sin la necesidad de pasar por un chequeo cardiovascular porque hay un mínimo o no existe un riesgo para el corazón. Otra cosa es si el riesgo cardiovascular es alto, por ejemplo, en personas hipertensas, que han sufrido un infarto o han sido trasplantados recientemente, tengan falla cardiaca o una obesidad limitante, lo recomendable es hacerlo en intensidad mínima o moderada, y siempre controlado por un médico especialista. 

 

Empezar a hacer ejercicio puede ser fácil y divertido, lo que es difícil es poder mantener la rutina y poner a trabajar al cuerpo para realizarlo, por eso empiece paulatinamente y vaya adaptando su entrenamiento a las necesidades y funciones de su cuerpo; mantenga todas las precauciones necesarias como dormir bien, descasar, hidratarse antes, durante y después de realizar cualquier ejercicio y tener una alimentación sana y equilibrada que supla el gasto calórico que está perdiendo.   

 

Algo importante es que escuche a su cuerpo, él le dice si puede resistir el ejercicio y los entrenamientos, si siente que algo no anda bien consulte al médico, puede ser que lo que esté haciendo sea una alarma de que algo está pasando y requiera atención.   

 

Hacer actividad física, ejercicio o deporte es una buena alternativa para cuidar de la salud, mantener un buen estado físico o tener un estilo de vida saludable, cualquiera que sea la motivación es importante que se realice con responsabilidad y compromiso, ya que hacerlo de forma excesiva o incorrecta puede traer efectos contrarios y perjudiciales para su salud.  

  

Este artículo contó con la asesoría de Sebastián Camilo Cortés, médico especialista en medicina del deporte que presta sus servicios en el Departamento de Rehabilitación Cardiovascular.   

 

 

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