En días pasados tuvimos la oportunidad de contar con la visita del Invima, que nos certificó en buenas prácticas en manufactura de gases medicinales, específicamente producción de aire medicinal en sitio por compresor.
Este reconocimiento se da gracias al trabajo en conjunto de varias áreas de la institución como Apoyo Hospitalario, Ingeniería Biomédica y en especial al equipo de Química Farmacéutica, que fue el encargado de ejercer como jefe de control de calidad en este proceso.
La importancia de tener esta certificación para la Clínica es que nos permite seguir fabricando gases medicinales y garantizar la atención oportuna a pacientes en tratamiento que requieren de este oxígeno para lograr sus objetivos terapéuticos.
Qué se tuvo en cuenta para adquirir esta certificación
Fue un proceso de casi dos años, donde se tuvieron que cumplir con múltiples requerimientos establecidos en la Resolución 4410 de 2009 del Ministerio de Protección Social, se evaluaron aspectos como la capacidad y conocimiento del talento humano, los sistemas de gestión de calidad, procesos productivos y los controles de calidad, proveedores, equipos e instalaciones apropiadas que garanticen que se cumpla con lo requerido.
Jaqueline Solano, directora del área de Farmacia de la Clínica Shaio y líder del proceso, cuenta que el trabajo realizado deja un aprendizaje valioso “se debe seguir trabajando como siempre se ha hecho al interior de la institución, con calidad y cumpliendo con todos los requisitos que las normas nos exigen para garantizar la mejor atención a nuestros pacientes”.
El beneficio que trae esta certificación para los pacientes es brindarles la tranquilidad de que los tratamientos farmacológicos que requieran aire medicinal, están siendo producidos por los mejores estándares de calidad, “estamos trabajando cada día para que la atención sea oportuna y de calidad ya que es uno de nuestros pilares”, Jaqueline Solano.
