
Llega la temporada de fin de año y con ella el aumento en las visitas a centros médicos y servicios de urgencias, en especial por situaciones como urgencias por exceso de comida o alcohol, accidentes con pólvora, riñas y otras situaciones muy propias de la época. Esto hace que haya una mayor demanda asistencial, turnos extendidos y mayor presión en el rubro de la salud.
Este periodo genera mayor exposición a estrés, tiempos reducidos de descanso, rotación de turnos y una sensación de “sobrecarga continua”, lo que puede aumentar el riesgo de desgaste emocional y fatiga por compasión para enfermeras, médicos, personal asistencial y administrativo de primera línea.
Por eso, el autocuidado no es un lujo, es una herramienta de protección, un acto de responsabilidad profesional y una forma de sostener la calidad del servicio médico. Hablamos con Laura Camila Ledesma Herrera y Angie Paola Monsalve Buitrago, psicólogas del servicio de Psicología de la Clínica Shaio para hablar más de este tema.
Retos de la época para el personal de la salud
Antes de hablar de recomendaciones de autocuidado, hay que saber por qué pasa este fenómeno, además de las que mencionamos anteriormente se suman la reducción del personal por vacaciones programadas o incapacidades; turnos prolongados o nocturnos que afectan los ritmos circadianos; mayor exposición a situaciones emocionalmente complejas, como pérdidas, crisis familiares o situaciones críticas; presión institucional por mantener indicadores de calidad y oportunidad, incluso con menor disponibilidad de recursos u expectativas sociales y familiares, que generan tensión entre lo laboral y lo personal.
Algunas señales tempranas que indican agotamiento en el personal médico.
El agotamiento en una de las causas más comunes por las que una persona baja su rendimiento y algunas señales pueden ser:
La influencia de las emociones en la calidad del trabajo y la relación con los pacientes
Las emociones actúan como moduladores directos del desempeño clínico. Estados emocionales intensos, sostenidos o no regulados pueden afectar la atención, el juicio clínico y la capacidad de resolución de problemas. En la relación terapéutica, emociones como el cansancio, irritabilidad o frustración pueden disminuir la empatía, la contención y la calidad del acompañamiento, mientras que una
adecuada regulación emocional favorece la comunicación, la claridad en las intervenciones y la aparición de conductas prosociales.
Cuidado emocional:
Higiene del sueño:
Alimentación inteligente:
Redes de apoyo
Organiza tu tiempo dentro y fuera del turno
Algunas recomendaciones para ayudar a proteger el bienestar del personal médico en temporada alta
Las instituciones de salud y sus departamentos de Talento Humano son ficha clave para ayudar al mantener el bienestar de sus trabajadores por lo que algunas estrategias para ayudarlos con su autocuidado pueden ser:
Los profesionales de la salud sostienen el sistema con su vocación, entrega y resiliencia. Cuidarse durante la temporada alta no es egoísmo: es un acto de responsabilidad hacia los pacientes, los equipos de trabajo y la propia vida.
Pequeños hábitos pueden marcar la diferencia entre un cierre de año agotador y un cierre de año consciente y saludable.