Comienza un nuevo año y muchos regresamos de unas merecidas vacaciones después de las fiestas, donde la premisa fue literalmente no hacer nada de lo que normalmente hacemos en el día a día. Pero al momento de volver a la rutina y con ella todo lo que conlleva, puede ser difícil retomar el ritmo, sentirnos incómodos y hasta tener un poco de ansiedad o estrés; de ahí que digamos frases como “no sé que me pasa”, “no tengo ganas de hacer nada”, “no quiero estar acá”.
Esto es lo que llamamos el síndrome postvacacional, que aunque no esté considerado como una enfermedad, si se puede mirar como una conducta adaptativa o una respuesta normativa ligada a la ansiedad o el estrés, debido a que se genera una incertidumbre de iniciar todas las actividades cotidianas de un momento a otro, y que en algunos casos no estamos preparados para retomar.
Normalmente cuando tenemos este síndrome sentimos cansancio, desánimo, desencanto, inhibición, tristeza, malestar general, ansiedad, frustración, fobia social, etc. Es un problema transitorio que sin embargo convertirse en algo preocupante.
Cómo superar el síndrome postvacacional
Salir de este síndrome dependerá de la capacidad que tenemos para adaptarnos, de planear las actividades diarias a las que nos vamos a enfrentar, y de saber manejar la procrastinación (aplazar tareas por actividades que nos agradan más). Acomodarse a una rutina tiene que ser un proceso gradual, que con el tiempo permitirá que su salud física, estado mental y emocional mejoren.
Estos son algunos consejos para combatir este síndrome y comenzar un nuevo ciclo con la mejor actitud:
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No regrese a sus actividades justo un día después de llegar de vacaciones.
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Reserve unos días de vacaciones para tener un periodo de adaptación, y así hacer una transición anticipada y relajada al comenzar las actividades cotidianas.
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Tómese con calma el retorno a las rutinas y evite estresarse.
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Manténgase activo durante el periodo de vacaciones, eso lo ayudará a adaptarse a la rutina cuando regrese.
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Retome los horarios de alimentación, sueño y actividades habituales de manera progresiva.
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Vuelva gradualmente a sus hábitos alimenticios y a la dieta regular, y si puede aumente la cantidad de verduras y frutas, eso ayudará a sentirse más cómodo con su cuerpo.
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Duerma bien, y mantenga los horarios de acostarse y levantarse.
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Durante las vacaciones trate de tener una buena alimentación y hábitos saludables y no se exceda.
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Cuando comience a trabajar, empiece por las tareas más fáciles y no lleve trabajo a la casa.
Las vacaciones son un tiempo necesario para descansar y renovar energías, pero lo más importante es tener una actitud positiva para ayudar a combatir el desánimo que da el volver a su rutina diaria.
Este artículo contó con la asesoría de Angie Paola Monsalve y Camila Ledesma Herrera, psicólogas del servicio de Psicología para colaboradores de la Clínica Shaio.
Más información:
https://www.shaio.org/recomendaciones-vacaciones-saludables
https://www.shaio.org/por-que-nos-excedemos
https://www.shaio.org/efectos-del-exceso-de-alcohol
