En Colombia, la posibilidad de donar órganos se da cuando un paciente fallece por criterios neurológicos y se determina la muerte cerebral. En estos casos, los órganos se mantienen viables dado que existe aún latido cardíaco, el cual permite la perfusión, es decir, la llegada de oxígeno a los órganos durante un tiempo limitado.
En el caso de un paciente que fallece por criterio circulatorio, es decir, por parada cardíaca, no se podía realizar el proceso de donación de órganos. Sin embargo, hace 3 años cuando a raíz de la pandemia se conoció la importancia de la terapia de oxigenación por membrana extracorpórea – ECMO para ayudar a los pacientes con enfermedades cardiopulmonares complejas, se comenzó a ampliar su uso para aplicar una técnica llamada Perfusión Regional Normotérmica, esto es, poder aportar oxigenación a órganos de donantes una vez se haya declarado la muerte por parada cardíaca, lo que se conoce como asistolia.
Con el uso del ECMO lo que se hace es entregar oxígeno a los órganos torácicos y/o abdominales, recuperando la función de esos órganos y evitando el deterioro inmediato que sufren por la falta de circulación de la sangre cuando el paciente ha fallecido.
De esta forma, el pasado 4 de julio y 4 de septiembre obtuvimos para el país, dos donantes de órganos en asistolia controlada con uso de Perfusión Regional Normotérmica con ECMO bajo protocolo de investigación. Estos procedimientos se pudieron lograr gracias a la noble y generosa disposición de la Familia Rojas Pinzón y la familia Cadena Montoya, a la experiencia y desarrollo compartido por expertos internacionales como los doctores David Paredes y Ángel Ruiz y el trabajo multidisciplinario de nuestros médicos de los grupos de Trasplantes, UCI, ECMO y Coordinación de Donación, quienes nos permitieron alcanzar un nuevo hito.
Actualmente solo era posible cumplir con la voluntad del paciente sobre donación de órganos cuando el fallecimiento se daba por muerte cerebral. Sin embargo, para los pacientes en los que la muerte se daba por un paro del corazón (que son la mayoría) solo existía en Colombia la posibilidad de donación de tejidos, pero no de órganos, lo que representaba un alto porcentaje de pérdida de órganos para trasplante. Este mecanismo de donación termina siendo una eficiente alternativa terapéutica cuando conocemos que Colombia tiene más de 3000 pacientes en lista de espera para trasplante.
Otro aspecto a resaltar es que este tipo de donación solo puede realizarse en instituciones del país que cuenten con la tecnología, la infraestructura y el personal experto que realice la terapia ECMO y que tenga la capacidad logística para desarrollar este tipo de protocolos.
La doctora Liz Niño, médica coordinadora de Donación de Órganos de la Clínica Shaio, nos cuenta que “Ver el potencial de esta técnica, hace que se pueda cumplir el derecho de los pacientes a donar y este mecanismo permite cumplir la voluntad del paciente al final de la vida. Adicionalmente, permite que se amplíen las posibilidades de obtener órganos en excelentes condiciones, equiparables a los órganos provenientes de donantes con muerte cerebral y que sean óptimos para trasplantes, todo bajo un estricto marco médico, ético y normativo”.
Viendo este panorama, presentamos un protocolo en donde bajo términos de investigación demostramos que una clínica como la nuestra pueda hacer este tipo de procesos. En palabras de la Dra. Niño “La Clínica Shaio está preparada para enfrentar desafíos que, en Europa, Canadá y Estados Unidos, han permitido salvar cientos de vidas. Nuestro grupo, no se está inventando la donación por asistolia, ya que este procedimiento existe hace más de 30 años en el mundo. Lo que si queremos hacer es, usar la tecnología de punta que tenemos para aumentar el número de donantes y órganos disponibles y poder atender las necesidades en salud de pacientes que se encuentran en lista de espera, dándole la oportunidad a los donantes que sus órganos sean usados para los pacientes que necesitan un trasplante”.
Para esto, lo que hicimos fue reunir a un grupo experto multidisciplinario de especialistas clínicos y quirúrgicos que demostrara la capacidad técnica y logística para implementar estos protocolos en el país. El grupo investigador está conformado por los doctores Liz Niño, Iván Martín, Juan Fernando Parra, Mario Mercado, Marcela Poveda, Julián Casallas, Otto González y la jefe Estefanía Giraldo.
Los donantes en asistolia controlada con uso de Perfusión Regional Normotérmica, son imprescindibles en el país dadas las bajas tasas de donación en muerte encefálica, que no superan los 8 donantes por millón de habitantes. Tener este tipo de protocolos no solo puede aumentar el número de donantes, sino que nos permitirá reestructurar nuestros protocolos del manejo de final vida y educar e informar a la sociedad sobre las posibilidades de donación que incluyen la muerte por criterio circulatorio dentro de ese abanico de posibilidades. “Para esto es que presentamos este protocolo, para demostrar que la Clínica Shaio garantiza el derecho de los pacientes a donar y que tenemos la capacidad de cumplir esa última voluntad por el donante y por los pacientes en lista de espera”, afirma la Dr. Niño.
Con el cumplimiento de la realización de nuestros dos donantes del protocolo de investigación, estamos atentos a que exista luz verde por parte del Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de Salud, para poder generar donantes en asistolia controlada con fines de trasplante. Con esta intervención, la Clínica Shaio entrega al país un importante avance que nos acerca al cumplimiento integral del derecho que tiene la persona que fallece y sus dolientes de decidir el destino de sus órganos.
Honramos la memoria de José Miguel y Ana Isabel, quienes fueron los primeros donantes de órganos en asistolia en Colombia, quienes aportaron al desarrollo de la ciencia y la investigación en nuestro país, demostrando que estamos preparados para nuevos retos y avanzar en este tipo de donación y trasplante de órganos.