Tratamiento anticoagulante y recomendaciones alimenticias

Noviembre 25, 2020
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Existen una amplia variedad de enfermedades en las cuales la densidad de la sangre es mayor (se hace más espesa), como una especie de alteración en la coagulación normal, la cual se da como un mecanismo de defensa del organismo para evitar un sangrado exagerado frente a una cicatrización.

Cuando esta alteración sucede se hace necesario disminuir dicha generación de coágulos a través de un tratamiento farmacológico que será indicado según la condición del paciente y por un tiempo determinado.

 

¿Qué función cumple el manejo anticoagulante?

El tratamiento anticoagulante modula un sistema que es normal, pero que en ciertas condiciones conviene al paciente y su salud controlar de manera que se disminuya esa reactividad del organismo, de manera que evite la formación acelerada de trombos en ciertas condiciones fisiológicas.

Los medicamentos que se usan pueden ser inyectados u orales, cada uno tiene mecanismos de acción específicos y por ende requieren cuidados especiales como son el tipo de alimentación que debe llevar el paciente. 

 

¿Qué tipo de alimentos afectan el tratamiento anticoagulante?

Cada medicamento tiene un mecanismo de acción diferente por lo cual algunos tienen mayor interacción con ciertos alimentos y otros no. La condición de anticoagulante no significa que no se pueda, por ejemplo, “comer nada verde”, solo se recomienda que para el caso de algunos medicamentos no se consuman alimentos ricos en vitamina K porque estos bloquean el efecto del medicamento, como en el caso de la Warfarina. 

Algunos alimentos que contienen vitamina K y que son de consumo frecuente son el aceite de girasol, de canola, de oliva y de coco, maíz y pimentón en grandes cantidades, el aguacate, todos los suplementos de Omega 3 porque vienen en una matriz oleosa (grasa), las espinacas, acelgas, ají, coles de bruselas, brócoli, coliflor y aceitunas.

En el caso de los medicamentos inyectables estos no tienen ninguna interacción con los alimentos,  el Dabigatrán debe tomarse con el estómago lleno porque es muy irritante, y el Rivaroxabán también porque esto mejora la absorción.

 

¿Por qué no debe suspenderse el tratamiento anticoagulante?

El sistema de anticoagulación es muy complejo, por esta razón suspender de forma abrupta el tratamiento farmacológico puede provocar un efecto rebote generando protrombosis, es decir, la producción de muchos trombos a la vez.

La adherencia al tratamiento farmacológico debe ser lo más estricta posible, y en el caso de suspenderse el tratamiento ya sea porque el paciente requiere hacerse algún procedimiento o porque ya cesó la indicación, es fundamental que este proceso sea controlado por el médico tratante.

 

En la Clínica Shaio contamos hace 5 años con la Clínica de Anticoagulación, en esta realizamos el control de todos los anticoagulantes, brindamos educación al paciente sobre su condición y los cuidados que debe tener, educación sobre las recomendaciones en caso de ser sometido a algún tipo de procedimiento y sesiones de educación con Nutrición y Psicología. Contamos además con la asistencia de nuestro servicio de Urgencias en caso de cualquier evento adverso y disponemos de un consultorio exclusivo equipado con el equipo de CoaguChek® que nos permite hacer la documentación del INR (es el índice internacional normalizado para estandarizar los resultados de la prueba de tiempo de protombina), de manera que brindamos al paciente anticoagulado un manejo integral.

 

Este artículo contó con la asesoría del Dr. Erwing Arturo Vargas Sáenz, cardiólogo del programa Hospital Día de la Clínica Shaio.