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Obesidad y enfermedad hepática no alcohólica

jun 26, 2025
Persona con obesidad y enfermedad hepática no alcohólica

El hígado es un órgano vital que se encarga de digerir los alimentos, eliminar desechos del cuerpo y producir factores de coagulación, además, permite que la sangre se limpie y llegue con nuevos componentes al corazón. Este órgano tiene la cualidad de reservar energía, sin embargo, cuando hay obesidad se altera esta función.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30 indica obesidad. Esta condición es un factor de riesgo importante para desarrollar enfermedades hepáticas no alcohólicas, como la hepatopatía grasa no alcohólica, comúnmente conocida como hígado graso.  

¿Qué ocurre en el hígado con la obesidad?

La acumulación de grasa en el hígado y sus alrededores causa un trastorno metabólico que puede progresar y convertirse en hígado graso causando que el hígado se inflame y sufra daños debido a los depósitos de grasa.  

Tipos de complicaciones:

Fibrosis hepática: es la formación excesiva de tejido cicatricial causada por el intento repetitivo del hígado por repararse de ciertos daños. Esto puede interferir con el flujo sanguíneo del órgano y afectar su funcionamiento.

Cirrosis: es la forma más avanzada de la fibrosis, donde la cicatrización es más extensa y afecta significativamente la estructura y funcionamiento del hígado. La enfermedad es crónica y potencialmente mortal, al punto en que puede requerir trasplante. A diferencia de lo que se cree no necesariamente se produce por el consumo de alcohol, también se puede dar por la mala alimentación.

Insuficiencia hepática: ocurre cuando el hígado deja de funcionar adecuadamente y ya no puede realizar sus funciones vitales.  

Cáncer de hígado: la acumulación de grasa en el hígado y la cirrosis son factores de riesgo importantes para desarrollar tumores malignos en el órgano.

Factores de riesgo  

  • Aunque la enfermedad puede tener diversas causas, algunos factores predominan en nuestra región:
  • Obesidad y sobrepeso
  • Diabetes tipo 2
  • Estilo de vida
  • Predisposición genética

Los últimos dos factores son muy importantes porque, aunque no podemos modificar nuestros genes para no estar predispuestos a esta enfermedad, la genética no es lo único que se hereda, también los hábitos de vida y estos están directamente relacionados a nuestra salud.  

Desafortunadamente esta enfermedad va en aumento y se ha convertido en un problema de salud pública por su prevalencia. Actualmente, Latinoamérica es una de las regiones en el mundo con mayores índices de hígado graso, con cifras de entre 20% y 30% en adultos. Esto se debe al cambio en la alimentación que hemos experimentado desde que integramos cada vez más productos procesados y ultra procesados a nuestra dieta.

Estos alimentos, aunque tienen bastante carga energética carecen de aportes nutricionales, son conocidos como alimentos vacíos porque no aportan vitaminas, minerales ni fibras esenciales. Dentro de este grupo están los dulces, postres, bebidas azucaradas, comidas rápidas, embutidos y algunos productos horneados altos en calorías.  

¿Qué hacer cuando se tiene la enfermedad?

Aunque quisiéramos tener una pastilla o un batido mágico que nos limpiara el hígado y lo dejara como nuevo, a la fecha no existe ningún producto o alimento que por sí solo ayude a curar la enfermedad. Por eso es importante entender que, aunque hay medicamentos que nos pueden ayudar a bajar el colesterol, es necesario implementar hábitos de vida saludables que ayuden al hígado a recuperarse e incluso que pueden llegar a revertir una fibrosis o una cirrosis.  

 Hábitos recomendados

  • Alimentación saludable y balanceada, con bajo contenido de alimentos procesados y alto consumo de frutas y verduras
  • Actividad física diaria
  • Consumo moderado o bajo de alcohol  
  • Manejo del estrés, pues también puede generar alteraciones metabólicas que nos afectan.
  • No todo lo “natural” es bueno para nuestro cuerpo, automedicarse, incluso si son remedios caseros o medicamentos naturales pueden poner en riesgo nuestra salud. Siempre consulte con su médico antes de tomar cualquier sustancia o suplemento.

En la Clínica Shaio contamos con una Unidad de Enfermedades Hepáticas, integrada por un equipo multidisciplinario de profesionales expertos en el diagnóstico, tratamiento y manejo de enfermedades que afectan al hígado y las vías biliares, abordando tanto el aspecto físico como emocional del paciente.  

Este blog contó con la asesoría del Dr. Andrés Rodríguez, especialista en hepatología.