Muchas veces cuando se realizan actividades como hacer ejercicio, visitar un lugar nuevo, comer algo rico o estar con familiares o amigos, el cuerpo reacciona de tal manera que genera un bienestar mental, físico y emocional; esto se debe a que el organismo secreta hormonas, que son mensajeros químicos que viajan a través del sistemas circulatorio hacia los órganos y tejidos.
Hay muchos tipos de hormonas que trabajan de diferentes formas en el cuerpo, algunas en función del uso y almacenamiento de energía, controlando los niveles de sustancias en la sangre, influyendo en el crecimiento y desarrollo, en la función sexual y de reproducción y hasta en los cambios en el estado de ánimo.
Estas últimas son también llamadas hormonas de la felicidad, un conjunto de estructuras químicas como la dopamina, oxitocina, serotonina y endorfina, segregadas por el cerebro que afectan las emociones.
Coctel de la felicidad y el corazón
La endorfina es una hormona conocida por sus efectos analgésicos, ya que son capaces de calmar, reducir o eliminar el dolor y anestesiar al cerebro; se libera principalmente cuando se está haciendo una actividad deportiva, se sufre de un dolor extremo o se pasa por un momento de tensión. Una excelente manera de tener niveles altos de endorfina es hacer ejercicio de intensidad media a alta, esto no solo libera hormonas sino que ayuda a oxigenar la sangre y mantener el corazón en un excelente funcionamiento.
Por otra parte, la serotonina es la hormona que se encarga de controlar la temperatura corporal y el apetito, aunque también funciona como un nivelador emocional, y para producirla es necesario una sustancia llamada triptófano que se encuentra de una alimentación balanceada que incluya cereales, pero también se puede librar por medio del ejercicio o por técnicas de relajación.
La oxitocina u “hormona del amor” se encarga de las funciones del deseo y el orgasmo, pero también ayuda establecer vínculos afectivos y relaciones personales, lo que produce una sensación de tranquilidad y confianza, también reduce el estrés y la ansiedad, factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares o infartos en el miocardio.
Por último la dopamina es una sustancia que se segrega cuando se está motivado, por eso está relacionada con la competencia y el cumplir o alcanzar objetivos. Las funciones de esta hormona es la de aumentar la frecuencia y presión cardíaca, regular la atención, el sueño y la actividad motora.
¿Cómo activar estas hormonas?
Realizar actividad física es fundamental para promover un estilo de vida sana y evitar factores de riesgo en enfermedades cardiovasculares. Está comprobado que durante el ejercicio, el cerebro secreta endorfina y dopamina, que actúan en los receptores opiáceos del cerebro lo que genera una sensación de bienestar, y contrarresta los niveles de cortisol que es el encargado de responder ante el estrés, uno de los factores para desarrollar enfermedades del corazón, por ejemplo.
En pacientes con enfermedades físicas, al hacer ejercicio el cuerpo libera sustancias llamadas ejercinas, que actúan dependiendo al sitio de acción mejorando las funciones cardíacas, pulmonares y musculares ayudando a la persona a rehabilitarse con mayor rapidez.
También se pueden aumentar los niveles de hormonas teniendo una alimentación balanceada; una dieta rica en cereales, aceites vegetales, pescado y alimentos ricos en antioxidantes como verduras y frutas ayudan a la producción sana de estas hormonas.
Evite los excesos como el alcohol, el tabaco y las sustancias psicoactivas ya que se pueden volver hábitos adictivos debido a los efectos parecidos que tiene con las endorfinas y la dopamina.
Es importante resaltar que aunque muchas veces son de gran ayuda para el cuerpo, también pueden ser un arma de doble filo, porque el aumento o disminución de algunas de estas hormonas pueden generar un desbalance químico en el cerebro que con el tiempo puede generar trastornos mentales y físicos, acuda al médico si lo cree necesario.
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