La obesidad infantil es una enfermedad crónica que en los últimos diez años ha ido aumentando a nivel mundial. Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) que evalúa el estado nutricional del país por diferentes grupos de edad, 1 de cada 4 niños menores de 5 años tiene sobrepeso. La obesidad está asociada al sedentarismo y a malos hábitos alimenticios, de no controlarse puede desencadenar problemas de salud para sus hijos.
A nivel físico la obesidad puede generar estos problemas de salud:
Afectaciones en el sistema osteoarticular (deterioro del sistema óseo y articular)
Deslizamiento epificiario (los cartílagos de crecimiento se deslizan y se genera dolor)
Alteraciones endocrinas
Alteraciones del sueño
Diabetes
Hipertensión arterial
Mayor probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular de forma temprana
Disminución de la expectativa de vida 20 años al estar obeso en la adolescencia
Dislipidemia (aumento en los niveles de colesterol y triglicéridos)
A nivel emocional, puede generar afectaciones como:
Baja autoestima
Depresión
Ansiedad
Ausentismo escolar
Es importante prevenir la obesidad desde la etapa prenatal. Las mujeres deben empezar el embarazo con un peso sano y durante el embarazo mantener un buen estado nutricional para garantizar que el bebé no tenga muchos factores que lo lleven a obesidad. Asimismo, la lactancia materna exclusiva es un factor protector para la obesidad.
Durante la alimentación complementaria alimentar al niño con alimentos regionalmente disponibles para que estén frescos, y consumir 5 porciones de frutas y verduras al día.
Tomar agua para acompañar las bebidas y evitar los jugos porque son altos en calorías y en azúcares.
Antes de los 2 años no se recomienda que los niños usen pantallas, por encima de los 2 años de edad hasta los 5 años solo 1 hora de pantallas, y después de los 5 años máximo 2 horas porque su uso prolongado está asociado a hábitos sedentarios.
Realizar actividad física moderada e intensa mínimo 1 hora al día, algunas actividades como jugar o bailar no solo estimulan su creatividad, sino que ayudan a que se encuentren más activos y mejore su densidad ósea.
En la Clínica de Obesidad realizamos una intervención de hábitos de vida a través de un acompañamiento nutricional y de actividad física. Si no se presenta mejoría y dependiendo de la edad del niño, se realiza una intervención farmacológica. En adolescentes que persistan con obesidad y tengan un grado de obesidad severa, es posible realizar la cirugía bariátrica.
La Clínica Shaio es un centro de alta experiencia en cirugía bariátrica y el único centro que hace este tipo de procedimiento en adolescentes, con el objetivo de brindar una atención integral y controlar aquellas enfermedades asociadas a la obesidad como hipertensión, diabetes, síndrome de apnea obstructiva, entre otras.
Para más información:
https://www.shaio.org/obesidad-enfermedad-cardiovascular
https://www.shaio.org/cirugia-bariatrica-en-adolescentes
Este artículo contó con la asesoría de la Dra. Lina Robayo.