La rehabilitación cardiovascular es un programa de recuperación, que tiene entre sus objetivos devolver a las personas su capacidad funcional y su calidad de vida después de que han padecido un evento coronario como un infarto, colocación de stent, cirugía de corazón abierto, cambio de válvula de forma quirúrgica o percutánea, enfermedad arterial periférica, síncope, trasplante de corazón, pulmón o hígado o que padecen enfermedades cardiovasculares como insuficiencia cardíaca, entre otras.
Inicialmente se hace una valoración médica para determinar si el paciente es apto para el programa, y basados en eso se le da una estratificación de su nivel de riesgo durante el ejercicio, para que en caso de que sea apto se haga un programa de ejercicios acorde al paciente, acompañado del seguimiento a la medicación. Hemos tenido pacientes desde los 4 hasta los 90 años.
¿Qué especialidades intervienen en la rehabilitación cardíaca?
El programa requiere un trabajo multidisciplinario que implica a varias áreas, desde profesionales de enfermería que brindan educación en cuanto al cuidado y control de metas de factores de riesgo (nivel de azúcar en la sangre, nivel de colesterol malo y bueno y cifras de presión arterial); nutricionistas que proyectan el plan de alimentación; psicólogos para el manejo emocional, ya que durante el proceso el paciente puede sentirse deprimido o estresado; y fisioterapeutas que les dan las herramientas para mejorar su condición física a través de una rutina de ejercicios físicos.
¿Qué fases componen el programa?
Tiene cuatro fases, la primera es intrahospitalaria, la segunda cuando se da el alta hospitalaria, la tercera son las terapias, donde empieza a realizar actividad física acorde a su nivel y la cuarta es en la que el paciente es independiente de su rehabilitación y puede continuar solo en casa manteniendo las recomendaciones de seguridad para continuar con un estilo de vida saludable.
¿De qué se componen los ejercicios en casa?
Los ejercicios en casa deben ser recetados por los fisioterapeutas y el nivel de dificultad varía de acuerdo al paciente, aún así la rutina de todos se compone de tres fases:
- Calentamiento: es la activación o preparación del cuerpo para realizar el ejercicio, el nivel de intensidad debe ser bajo y puede durar entre 5 y 10 minutos. Ayuda a prevenir lesiones osteomusculares.
- Fase central: es donde se inicia el ejercicio aeróbico y mayor exigencia se le pide al cuerpo, pues es la fase más larga y que mayor entrenamiento de resistencia requiere . En ella se debe tener cuidado con la frecuencia cardíaca pues no debe superar los límites de seguridad indicados por los profesionales de la salud.
- Vuelta a la calma y estiramiento: consiste en ejercicios que bajen la intensidad del entrenamiento de manera progresiva, hasta llegar a la frecuencia cardiaca inicial. Esta fase finaliza con los estiramientos que permiten descansar al músculo ejercitado y estimula la circulación adecuada del mismo.
Tras un proceso de recuperación satisfactoria y una adecuada adherencia a los ejercicios de rehabilitación, hemos podido llevar a un grupo de pacientes a correr 5K, en una carrera organizada por la Federación Colombiana de Cardiología.
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Este artículo contó con la asesoría del Dr. Juan Manuel Sarmiento, coordinador del programa de Rehabilitación Cardíaca de la Clínica Shaio.
