Las vitaminas y minerales conforman el grupo de micronutrientes que juegan un papel muy importante en los procesos metabólicos que se llevan a cabo en el organismo como el funcionamiento celular y los procesos digestivos, inmunológicos, respiratorios y cardiovascular entre otros.
Según la Organización Panamericana de la Salud, los micronutrientes se obtienen a través de una alimentación de alta calidad y vitaminas como A, C, D, B12 y minerales como el hierro, yodo y zinc forman parte de este grupo de micronutrientes; sin embargo el organismo tiene dificultad para adquirir algunos de estos de manera natural generando deficiencias que puede ocasionar problemas de salud a largo plazo, de ahí la importancia de tener hábitos de alimentación saludable y balanceada, que cumplan con las necesidades que tiene el organismo de adquirir vitaminas y minerales necesarias para su funcionamiento que por sí solo no podría sintetizar.
Cada vitamina y mineral tiene una función diferente y específica en el metabolismo del cuerpo humano. Estudios científicos han demostrado que vitaminas como la B2, B6, B9 y B12 reducen los niveles de homocisteína en la sangre disminuyendo el riesgo de enfermedades en el corazón. La vitamina C ayuda con la reparación de tejidos en el cuerpo, al sistema inmunológico y a regular la presión arterial. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio en el cuerpo que es fundamental para el crecimiento de los huesos.
Por otra parte, minerales como el hierro ayuda a las células a producir hemoglobina, componente importante de las sangre, y cuya deficiencia puede causar anemia y dificultad en el desarrollo y el aprendizaje; el yodo ayuda a regular hormonas como la tiroides, y el zinc al igual que otros micronutrientes ayuda al sistema inmunológico y su deficiencia puede estar asociada a problemas gastrointestinales.
Por esto se recomienda comer de 3 a 5 porciones de fruta y al menos 2 porciones de verduras al día para tener un buen aporte de fibra, vitaminas y minerales. De esta manera y con el consumo de proteínas tanto de origen animal como vegetal, frutos secos, semillas y grasas de origen vegetal como girasol u oliva, se logran cubrir las recomendaciones nutricionales diarias de micronutrientes y evitar el uso de multivitamínicos.
Alimentos como el pescado (salmón, róbalo, atún, pargo, entre otros) son una gran fuente de vitamina D y ácidos grasos omega-3; la vitamina B12 se puede encontrar en la carne, huevos y productos lácteos; los cítricos como naranjas, mandarinas y fresas, además de verduras como el brócoli y pimentón son una gran fuente de vitamina C.
Este artículo contó con la asesoría de Myriam Patricia Quiroga Bolívar, coordinadora del servicio de Nutrición de la Clínica Shaio
Para más información:
https://www.shaio.org/alimentacion-sano-corazon-sano
https://www.shaio.org/a-comer-mas-frutas
https://www.shaio.org/alimentacion-saludable
Te puede interesar:
https://www.shaio.org/disfruta-de-recetas-saludables-fuera-de-casa
https://www.shaio.org/relacion-palomitas-de-maiz-y-salud
