Diabetes y piel ¿cómo afecta este órgano?

Junio 22, 2023
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La piel es la barrera natural que tiene el cuerpo para protegernos del ambiente externo, regula la temperatura corporal y tiene la capacidad de activar mecanismos de sanación, a través de un proceso multicelular que ayuda a la recuperación de la herida evitando infecciones. 

 

Por otro lado la diabetes es una enfermedad que aparece cuando el páncreas no produce la suficiente insulina o cuando el cuerpo no la utiliza eficazmente; un mal cuidado puede llevar a múltiples complicaciones como nefropatías o neuropatías, enfermedad arterial coronaria, cerebrovascular, de miembros inferiores o carotídea. 

 

Pero, ¿cómo se relacionan estas dos cosas? Una de las manifestaciones más comunes de la diabetes son las infecciones frecuentes en la piel, encías o vejiga, cortes o moretones que tardan en sanar, hormigueo o entumecimiento en las manos o pies.

 

La Asociación Colombiana de Diabetes estima que entre 1 o 2 de cada 10 personas con diabetes presentarán por lo menos una úlcera en el transcurso de su vida, y hasta 1 de cada 3 pacientes con una úlcera compleja inadecuadamente tratada podría requerir una amputación, también se ha documentado que hasta la mitad de aquellos que necesiten una primera amputación requerirán más amputaciones dentro de los siguientes 3 o 5 años de vida. De ahí la importancia de cuidar la piel cuando se tiene este tipo de enfermedad. 

 

¿Cómo afecta la diabetes la piel?

Una de la consecuencia de esta enfermedad es que se afecta el sistema nervioso periférico, o lo que se conoce como neuropatía diabética, que hace que se pierda sensibilidad; esto sumado a otros síntomas como la resequedad en la piel y el agrietamiento, pueden hacer que una cortada o ampolla evolucione a una úlcera, laceración o hasta infección. Es por esto que miembros como los pies requieren de mayor cuidado para evitar temas como síndrome del pie diabético. 

 

¿Qué enfermedades de la piel pueden surgir a raíz de la diabetes? 

Según el portal científico SciELO, las manifestaciones más comunes en pieles de pacientes diabéticos se pueden clasificar en: 

 

  • Lesiones por microangiopatía diabética: son lesiones que causan daños en los vasos sanguíneos, el incremento de la viscosidad sanguínea con poca circulación e hipertensión capilar como la dermopatía diabética, rubeosis faciei (eritema) o la  bullosis diabeticorum (ampollas del diabético).

 

  • Las neuropatías diabéticas: se dan por daños en los nervios y sus síntomas varían desde dolor y entumecimiento en los pies, hasta problemas con las funciones de los órganos internos.

 

  • Infecciones cutáneas, bacterianas y micóticas: son las más comunes en pacientes diabéticos mal controlados.

 

  • Enfermedades de la piel por la resistencia a la insulina: como la acantosis nigricans, fibromas laxos o acrocordones, se caracterizan por el oscurecimiento o engrosamiento de la piel principalmente en los pliegues  como las axilas, cuello, ingles, ombligo, codos y el dorso de las manos.

 

  • También se pueden presentar trastornos de la piel asociados con la diabetes mellitus: como la escleredema diabeticorum, granuloma anular (ga), necrobiosis lipoídica (nl), prurito, alopecia en las piernas, carotenodermia, xantomas eruptivos, vitiligo entre otras.

 

¿Cómo prevenir las lesiones de la piel?

  • Mantenga hábitos de vida saludable, aliméntese bien, haga actividad física, disminuya el consumo de tabaco y alcohol.
  • Controle los niveles de azúcar.
  • Si tiene tratamiento farmacológico para la diabetes, no lo suspenda.
  • Si se presenta alguna lesión o corte no se aplique remedios caseros y consulte al médico.
  • La hidratación de la piel es de suma importancia (lo recomendable es aplicar cremas hidratantes 2 a 3 veces por día).
  • Después de la ducha secarse muy bien, en entre los dedos de las manos y los pies.
  • No aplicar talcos ya que genera mayor resequedad.
  • Utilizar calzado adecuado y especializado para evitar el pie diabético.
  • Tenga mucho cuidado con las cortaduras en los dedos de pies y manos. Visite un podólogo.

 

Este artículo contó con la asesoría de Sandra Gutiérrez Olivares y Paola Murcia González, enfermeras del Programa Piel Sana y Clínica de Heridas de la Clínica Shaio.

 

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